martes, 10 de julio de 2007

El Contrato Didáctico


En esta ocasión hablaré de una de las nuevas técnicas que se recomienda emplear en el aula de clases para el proceso de enseñanza ,para lograr con éxito el aprendizaje por parte de los alumnos. A continuación explicaré brevemente en que consiste básicamente el “contrato didáctico o de aprendizaje”.
Es usual que en todo proceso de enseñanza-aprendizaje siempre existe un discurso o también llamado “contrato” entre el profesor y el alumno, que es el resultado del conjunto de códigos que regulan la interacción entre ellos, es decir, los comportamientos y relaciones de los docentes y el alumnado (normas). Con el contrato didáctico se pretende cambiar estas “normas” del discurso entre el que enseña y el que aprende, de modo que estas normas implícitas sean sustituidas por normas claramente establecidas (explícitas), permitiendo de esta forma que se genere una relación diversificada, más tolerante, en el aula de clases. Esto puede entenderse como que los tiempos, contenidos y otros puedan readecuarse. En una sala de clases regulada por sistemas de ayuda al aprendizaje, se debe realizar un cambio desde un sistema educativo basado en la transmisión de la información, a otro sistema que pretenda generar una interacción mutua entre las partes en cuestión.
Se entiende que existe un contrato didáctico o de aprendizaje cuando los alumnos y profesores intercambian sus opiniones respecto de un tema, comentan sus necesidades, y deciden en conjunto la forma mas apropiada para ambos, de llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje. Entre los beneficios que entrega el contrato de aprendizaje podemos mencionar que permiten una considerable libertad para elegir qué aprender y cómo aprenderlo, lo cual favorece la autonomía. También proporciona relevancia en las ocasiones que los estudiantes han identificado sus propias necesidades, pues las actividades se vuelven con toda seguridad más significativas, relevantes e interesantes para ellos. Pero a mi modo de ver, el principal beneficio al cual se accede a través de la implementación de un contrato didáctico es la equidad, debido a que éste genera una diversidad de contenidos y procesos, los cuales son más flexibles y esto puede beneficiar a los alumnos con menos capacidades y de ningún modo perjudicar a los estudiantes que poseen más aptitudes.
Es indudable que los beneficios que entrega un contrato de aprendizaje, favorecen el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero lo que es más importante es que ayuda significativamente al aprendizaje de los alumnos. A pesar de ello, me surge una duda, una interrogante, la cual no es menor y la trataré de plantear lo más precisa posible. ¿Cómo se puede emplear el contrato didáctico en una sala de clases, sin qué en algún momento sientas que estás perdiendo el control de los alumnos o del curso en general? Es importante notar, que al utilizar ésta herramienta se corre el riesgo de que los alumnos, en un momento y situación determinada se excedan en su afán de interactuar y tomar decisiones en mutuo acuerdo de las partes. Lo dicho anteriormente es lo único que creo que podría generar problemas, pero si en general, favorece el proceso de enseñanza-aprendizaje, vale la pena ponerlo en práctica.

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